Cuidado de tus joyas

¿Cómo cuidar y limpiar tus joyas?

Para limpiar tus joyas y protegerlas de la oxidación, te recomendamos sumergirlas en un bol con agua calentita y jabón durante diez minutos. Luego frótalas suavemente con un paño de algodón y sécalas con un trapo o bayeta y secador. También podrás encontrar en nuestras tiendas productos específicos para la limpieza de la plata, como el “Líquido o la tela limpia plata”.

Para evitar que se oscurezcan, te aconsejamos guardarlas en un lugar fresco y seco. Si además es hermético, evitarás la oxidación por el contacto con el oxígeno.
Preferiblemente evita el contacto de tus joyas con cloro, sudor, perfume o sal del mar.
No dejes tus joyas apiladas ya que se pueden rayar unas con otras.
Además, cuida dónde las guardas, ya que la madera contiene ácidos.
La mejor opción es guardarlas individualmente en bolsitas herméticas o en los mini joyeros que tenemos como accesorios a la venta en nuestra página.

¿Cómo organizar tus joyas?

Para organizar tus joyas y que duren perfectas muchos años, te recomendamos:

Cerrar las cadenas de collares y pulseras para evitar que se formen nudos o se enreden con otras joyas.
Los anillos con piedras o figuras tienden a estropearse cuando se juntan con otros anillos, por lo que es mejor que los dispongas en un joyero especial para anillos.
Para evitar que las tuercas de los pendientes se pierdan fácilmente, nunca dejes los pendientes sueltos, siempre con su tuerca puesta. Además, en el caso de que hayas perdido la tuerca o rosca de un pendiente, asegúrate de que la que pones para sustituirla queda bien sujeta, una tuerca que queda suelta puede ocasionar la pérdida de tu pendiente.
A pesar de la pureza y fuerza del oro, tiende a oscurecerse con facilidad de forma que hasta el propio oxígeno hace que pierda brillo. Guarda tus joyas de oro en bolsitas de tela, envueltas en un pañito o en su caja original.
Para mantener tus joyas en lugares secos y sin cambios bruscos de temperatura, evita siempre dejarlas en el baño.
Las joyas de semillas, no tienen mayor problema, solo debes evitar mojarlas porque perderán el color. Evita mantenerlas a la intemperie, el polvo suele quitarles el brillo natural. En algunos casos puedes limpiarlas con un paño que contenga unas gotas de aceite de bebé.